De mucha responsabilidad se presentaba la tarde para Leonardo en uno de los compromisos más importantes de su carrera.
Debutaba en Pamplona el torero extremeño tras los triunfos de Madrid y Jerez, entre otros, en la mente de los aficionados.
Redonda, sincera y cuajada fue la tarde de Leonardo, donde puso a todo el mundo de acuerdo ya en su primero toro. Éste fue un ejemplar de casi 600 kilos que desarrolló mucho genio, transmitiendo mucho el de Capea.
Leonardo lo toreó primero a lomos de Calimocho, llegando los momentos más álgidos de su actuación montando a Sol, enfervoreciendo al público pamplonica.
Mató de un rejonazo sin puntilla, cortando las dos orejas con muchísima fuerza.
El quinto fue un toro de San Pelayo muy cuajado y hondo, que tuvo mucha clase y humilló mucho en su templado tranco.
Leonardo compuso una faena de muchísima importancia con Amatista y Despacio, dejándose llegar al toro hasta los pechos y clavando con mucha pureza.
Lamentablemente el toro se vino muy abajo al final de la faena.
Mató de otro rejonazo y recogió una fuerte ovación.
Triunfal debut de Leonardo que ha calado en el corazón del público de Iruña.